Vivir en Europa, invertir en México

Por Octavio Isaac Rojas Orduña

En el anterior artículo “¿Cómo emigrar a España?” indiqué algunas recomendaciones para afrontar con posibilidades la migración a éste y al resto de países europeos o de cualquier parte del mundo a donde un mexicano quiera moverse.

En esta nueva entrega quiero comentar sobre una situación que más de uno se plantea y es: Ya vivo en Europa, pero quiero invertir en México.

México, país de oportunidades… y limitaciones

Hace unos años estaba en Puerto Morelos, una pequeña población en el Caribe Mexicano entre Cancún y Playa del Carmen, donde me quedo cuando tengo la suerte de ir por esos lares, y escuché la siguiente conversación:

Dueño de un restaurante argentino: “En México, el dinero se puede recoger a paletadas. Basta con que alguien tenga una idea y la ponga en marcha para comenzar a hacer plata. ¡Y ni siquiera tiene que ser una gran idea!”.

El argentino o uruguayo siguió hablando con desparpajo sobre lo fácil que es hacer negocios en México. y me dejó pensando durante un tiempo.

Es hasta cierto punto verdad que se puede abrir un negocio en México fácilmente. Basta con poner un puesto de comida o comenzar a vender cualquier producto entre familiares y conocidos para empezar a ganar dinero. Incluso, se puede escalar el negocio para pasar de sobrevivir a vivir de esta actividad.

Si bien la eficacia recaudatoria del fisco mexicano ha aumentado en los últimos años, la posibilidad de pagar pocos o ningún impuesto es real y permite sobrevivir/vivir a millones de personas en todo el país. Eso sí, nosotros siempre apelamos a respetar la legalidad tanto en México como en España/Europa y eso incluye estar al día con el fisco en donde generamos riqueza a uno u otro lado del charco.

En España y Europa, es inviable emprender sin toparte con múltiples barreras de entrada: permisos, pago de impuestos, etc. Por lo que un emprendimiento en Europa requiere de más esfuerzo y las posibilidades de tener márgenes altos se reduce.

A cambio de estos altos impuestos se reciben “gratis” servicios de alta calidad en sanidad, seguridad, infraestructuras, etc., y a un bajo coste en educación, entre otros. Asimismo, la intervención del Estado (y de Europa) y un mercado interconectado consigue mantener los precios controlados o incluso se reducen (como es el caso de la comida, las telecomunicaciones y otros servicios liberalizados, y cualquier producto que se puede adquirir a proveedores chinos).

Es verdad que hay otros casos en los que los precios suben, como sucede con los alquileres en las grandes ciudades, pero eso es por la misma intervención del Estado y la liberalización del mercado: poca oferta y creciente demanda.

En México, muchos microemprendimientos dan para sobrevivir, pero hay algunos negocios que pueden dejar grandes márgenes, porque los costes para producirlos y el pago de bajos impuestos permite quedarse con más dinero tras la venta.

Ahora, para tener un nivel de vida equiparable con los estándares europeos, la gente y los empresarios deben gastar más dinero en salud, educación, servicios asistenciales, seguridad, infraestructura, alquileres o hipotecas.

También es cierto que la inseguridad es un problema muy grave para todo tipo de negocios: las extorsiones por parte de la policía, los delincuentes y los representantes del Estado, y los robos y fraudes de los propios empleados, no solo reducen los márgenes, sino que incluso pueden llegar a hacer inviable (o peligroso) un negocio.

Vivir en Europa, ¿invertir en México?

Hace poco encontré un video de Carlos Devis, un inmigrante latino en los Estados Unidos, en donde hace un análisis muy relevante de los errores que cometemos los migrantes al no invertir cuando llegamos a un nuevo país por esa sensación de imprevisión con la que muchos vivimos constantemente.

Pues bien, sucede algo parecido a lo que vivimos los inmigrantes en Europa. Posponemos invertir, ya sea en México o en nuestro nuevo país, hasta que… tengamos un trabajo fijo, nuestra relación se afiance, los niños sean mayores, tengamos la certeza de que vamos a vivir permanentemente o por un largo periodo en un país/ciudad determinado, entre otras muchas razones, que más bien suenan a pretextos.

Pueden pasar años hasta que todo eso pase. Se pueden perder muchas oportunidades, mucho tiempo y estar expuestos a los vaivenes de la economía y de la vida. De ahí que la recomendación es que se comience a invertir tan pronto como uno pueda, tanto en su nuevo país como en México.

Alternativas de inversión en México desde Europa

Muchos mexicanos quieren generar ingresos y se desesperan por no encontrar un trabajo en España o Europa. Luego, cuando investigan lo que hace falta para abrir un negocio y se enteran de que hay que pagar por trabajar sin importar si se está facturando (en España, la cuota de autónomos se paga desde el primer día que se abre un negocio/actividad).

Entonces, la alternativa es aprovechar los conocimientos y contactos que se tienen en México para invertir y conseguir alguna rentabilidad a corto, medio y largo plazo, según se quiera.

Tener un negocio a distancia en México desde España puede ser complicado por múltiples razones: por la diferencia horaria, por la necesidad de tener un control cercano de la actividad, por las variaciones en el tipo de cambio y las comisiones por repatriar el dinero, por la dependencia a los empleados para que solucionen los problemas que surjan o que simplemente cumplan sus responsabilidades a tiempo, etc.

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Otro gran obstáculo es que el pago de impuestos se haría en España/Europa, porque es donde tienes tu residencia fiscal (donde vives más de la mitad del año).

Sin embargo, hay otras alternativas que pueden ser interesantes para invertir en México desde Europa:

  • Bienes raíces:

    • La compra de terrenos en zonas donde se espera una revalorización es una inversión a medio/largo plazo y se puede destinar un valor muy bajo cada mes. Personalmente, yo tengo dos terrenos en Cancún y uno de ellos ya vale el doble de lo que pagué por él. Ahora no es el mejor momento para venderlo, pero cuando lo haga el dinero lo utilizaré en España.

    • La compra de casas para ponerlas en alquiler. No tienen que ser viviendas lujosas, sino que tengan un buen precio que puedas permitirte y una alta demanda para poder alquilarlas para que se paguen solas e, incluso, puedan ofrecer un remanente. Puedes valorar incluso la posibilidad de ponerlas en Airbnb, pero esta actividad requiere de atención y de contar con gente que te ayude o de contratar una empresa que se quedará con un porcentaje relevante de lo que se genere.

  • Instrumentos financieros del Estado:

    • Los CETES son instrumentos financieros seguros y, en países como México, los diferenciales que ofrecen tienen que ser altos para atraer a los inversores. Por ejemplo, los CETES a 182 días pagan un diferencial superior al 5%.

    • Los bonos del estado también ofrecen seguridad, buena liquidez y tienen tasas más fijas.

    • Los UDIS son otros productos financieros con los que se puede proteger el dinero de la inflación, aunque requieren de tiempos de inversión más largos.

Estas opciones pueden resultar atractivas y seguras, y permitirán ir generando valor e, incluso, una fuente de ingresos con la que hacer frente a gastos en España/Europa. Además, son asequibles, porque puedes comenzar a invertir con poco dinero.

También hay otros instrumentos de inversión privados, incluso en bienes raíces, que ofrecen tasas de interés atractivas, aunque pueden tener riesgos o costes que le resten valor.

Si el tipo de cambio y las comisiones te preocupan, te recomiendo hacer números y ver si conviene esta inversión para hacer remesas a España de pequeñas cantidades o, por ejemplo, utilizar una tarjeta para hacer gastos en Europa con dinero mexicano, con lo que puedes tener liquidez y generar puntos por tus compras que pueden brindarte interesantes beneficios.

Recuerda que España y México tienen firmado un acuerdo para evitar la doble imposición, que significa que no tienes que pagar impuestos en los dos países. Esto puede ser usado a tu favor, siempre que tengas un buen contador en México y/o España para evitar pagar de más.

Como ves, puedes vivir en Europa e invertir en México, incluso con poco dinero, con seguridad y de una manera relativamente sencilla, ya que muchos de los procesos se pueden hacer digitalmente. No te lo pienses demasiado, porque el tiempo pasa y puedes perder oportunidades o dejar de generar ingresos o valor que, aunque sea poco, puede hacer la diferencia en algún momento.