Estrategias empresariales de los inmigrantes en España: Los chinos

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Como inmigrante en España o como alguien que quiere venir a este país o a Europa, ¿alguna vez te has preguntado qué estrategia seguir para abrir un negocio y que sea exitoso? Entonces, te invitamos a que sigas leyendo este artículo.

Se habla mucho de estrategia, pero se confunde con la planificación y con las acciones. A mí me gusta definirlo como la mejor utilización de los recursos escogidos en una circunstancia determinada.

Actualmente existen tantas posibilidades de hacer negocios que no es realista intentar hacerlas todas o, por lo menos, es extremadamente difícil tener un buen desempeño en un gran número de éstas porque no se puede ser especialista en todo. Como dicen los dichos: “El que mucho abarca, poco aprieta” y “Zapatero a tus zapatos”. Por eso digo que hay que saber escoger los recursos que nos resulten más familiares y que puedan aportarnos éxito en la gestión y/o aprovechar o adaptarse a los tiempos en los que vivimos.

Los inmigrantes tenemos que ser “recursivos” por naturaleza y esa es una gran ventaja que tenemos sobre los locales. Es decir, nuestra necesidad, nuestra hambre (real y figurada), nuestra propia circunstancia, nos obliga a buscar alternativas, a ser creativos y a tomar riesgos que probablemente no tomaríamos si siguiéramos en nuestro país de origen.

La siguiente viñeta de Santy Gutiérrez es representativa de lo que estoy indicando:

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Estrategia de los inmigrantes chinos

Ir “al chino” es una forma coloquial de indicar que alguien va a ir a un establecimiento regentado por personas chinas a adquirir algo. Si bien antes se posicionaron como las tiendas “todo a 100”, porque la mayoría de sus productos se podrían comprar por 100 pesetas, en la actualidad se les conoce simplemente como “el chino”.

Esta marca, que tiene algo de despectiva, en realidad es un triunfo de la estrategia de los empresarios de esta nacionalidad residentes en España. Esto es porque “los chinos” se han convertido en las tiendas de conveniencia en todo el país y esto les ha aportado ventajas que han pasado desapercibidas para muchas personas:

  • Mayores precios y márgenes a los productos que se pueden encontrar en los supermercados españoles. Incluso, se aprovechan de la fuerza de negociación de las grandes superficies locales para adquirir productos para luego revenderlos en sus tiendas a precios normales y obtener un beneficio. Se trata de otra decisión estratégica que los chinos consiguen con algo tan fácil como es revisar las ofertas publicadas en los folletos o utilizando los cupones de los establecimientos españoles.

  • El conjunto de tiendas de chinos son una barrera de entrada difícilmente franqueable para cualquier enseña de supermercados que quisiera competir en su segmento: la conveniencia. Esto es por la necesidad de subir los precios de los productos para cubrir costes y de tener que soportar una alta rotación de empleados que no aguantan los larguísimos horarios que tienen los establecimientos de los ciudadanos de China.

  • Gran flexibilidad y versatilidad en la oferta de “los chinos”. Cuando uno va a una tienda de un ciudadano chino espera encontrar cualquier cosa que podría disponer un supermercado español e incluso más por el público al que se dirigía inicialmente: los inmigrantes latinoamericanos. Esta es la razón por la que se pueden encontrar en estos establecimientos diferentes productos latinos, porque los latinoamericanos residentes en España trabajaban largas horas y a la hora que podian ir a hacer la compra los supermercados estaban cerrados. Ahora, si hace falta, los empresarios chinos venden mascarillas, gel hidroalcohólico, juguetes en invierno, banderas de España durante el Mundial o la Eurocopa, entre otros productos de moda.

  • “El chino” es una marca en si misma, por lo que gastos de marketing o en el punto de venta son prácticamente inexistentes, lo que les ayude a tener un margen mayor. Nadie espera que una tienda regentada por chinos tenga ni un logotipo propio ni nada más allá que estanterías con los productos. Incluso se les perdona que no estén bien iluminados (porque ahorran en luz) o que no estén demasiado limpios, porque el trasiego de gente es constante y porque la mayoría de las veces solo tienen una persona que cobra y se protege contra los robos.

  • Para quienes hemos tenido clientes chinos podemos decir que se trata de duros negociadores que siempre van a tratar de pagar los productos y servicios al precio más bajo posible. Además, prefieren mantener los pagos y cobros en efectivo y sin recibo para poder jugar con la fiscalidad.

  • Sobre todo al llegar a España, procuran no recurrir al sistema bancario español, sino que consiguen préstamos de sus propios compatriotras. Además, cuentan con productos y servicios ofrecidos por otros chinos. Esto lo hacen para defenderse de posible engaños, porque muchos no dominan el español y se sienten más cómodos trabajando con gente con la que se pueden entender. A ellos no les importa vivir en una especie de Gheto y pasa mucho tiempo hasta que comienzan a relacionarse con personas de otras nacionalidades.

  • Cambios de precios en productos según la necesidad y la hora del día. Los chinos dejaron de ser los lugares más baratos. Incluso a veces suben el precio discrecionalmente de productos si perciben que el cliente tiene una necesidad imperiosa por conseguirlo y hay pocos sitios donde encontrar un producto determinado.

En resumidas cuentas, la estrategia de los ciudadanos chinos con establecimientos en España se puede resumir como “Una tienda sin lujos y con los gastos mínimos que ofrezca de todo durante largos horarios a precios competitivos (no siempre los más bajos)”.

Puede que muchos piensen que esa no es una estrategia, pero es que hace años España no contaba con establecimientos que abrieran en horarios extendidos, lo que resultó innovador, y de hecho, han tenido tanto éxito que prácticamente han eliminado a las tiendas de ultramarinos (que eran sus competidores naturales a nivel local) y han establecido tal barrera de entrada que prácticamente ningún supermercado ha querido entrar a competir con ellos a gran escala. De hecho, en una ciudad como Madrid, enseñas como Carrefour apenas cuenta con 6 tiendas de 24 horas.

Su éxito también se puede medir en sus crecientes ingresos que les permiten brindar a sus hijos acceso a la educación de mejor calidad que requiere de mayores desembolsos económicos (he tenido un número creciente de estudiantes chinos en la universidad privada en la que doy clases), en la adquisición de propiedades y vehículos de gama cada vez más alta.

Desde hace unos años y hasta antes de la pandemia, hay un par de nuevas estrategias de los empresarios chinos, que consisten en:

  1. Adquirir bares y pequeños restaurantes de españoles y mantener la carta con pequeñas variaciones. Esto se da sobre todo cuando los dueños están cerca de la jubilación o los márgenes que disfrutaban se han visto mermados, algo que aprovechan los chinos con su estrategia de costes reducidos y horarios extendidos.

  2. Ofrecer comida de mayor valor añadido con los mismos cocineros que preparan la comida china, que, por lo general, es de bajo precio. No es de extrañar que los restaurantes de sushi de las grandes y medianas ciudades sean regentados por ciudadanos chinos.

Seguro que se pueden seguir señalando estrategias exitosas de los chinos en España en otros ámbitos como la moda, la tecnología y la venta de cualquier tipo de productos, pero prefería centrarme en un caso que es más cercano al resto que tocaré en el resto de los artículos de esta serie.

Para finalizar, hay que destacar algo que ha llamado la atención es que los españoles parece que han olvidado que “los chinos” fueron los primeros establecimientos en cerrar cuando comenzó la pandemia, algo que generó muchas críticas en su momento. Quizás las donaciones del gobierno de su país con material de protección durante los momentos más duros de la pandemia hayan ayudado a revertir o a reducir la mala imagen que tuvieron en esos meses.

En la siguiente entrega, hablaré de la estrategia de los “reyes de las fruterías”, que son mayoritariamente bangladesíes, pakistanies, hindúes y marroquíes.

En la tercera, hablaré sobre la estrategia empresarial de distintos mexicanos en España y Europa.