México, la oportunidad de una población joven para el futuro

Por Octavio Isaac Rojas Orduña,

Presidente de Mexicanos Aquí

Las estadísticas de natalidad son claras. Mientras que en algunos países europeos la tasa de fecundidad es insuficiente para un relevo demográfico, en México este problema no existe (aún).

Mientra que países como España e Italia (con un índice de fecundidad en torno al 1,2% y cayendo) deben ocuparse (y preocuparse) para afrontar el invierno demográfico que se les avecina, en México el objetivo debería ser preparar a la gente joven para que pueda realizar trabajo de valor añadido que surgirá ante la nueva industrialización que ya está dando sus primeros pasos ante la reconfiguración del comercio mundial y la nueva geopolítica marcada por la invasión a Ucrania.

Este nuevo momento en la Historia llega cuando la tendencia de reducción de la migración de mexicanos se ha consolidado en los últimos años. Es decir, menos mexicanos están saliendo del país, sobre todo hacia EEUU. De hecho, entre 2010 y 2019 volvieron a México alrededor de 780.000 paisanos.

Sin embargo, no hay que olvidar que nuestro país es el que más personas tiene en el extranjero de toda Latinoamérica. Nada menos que más de 11 millones de mexicanos viven fuera de las fronteras de la República Mexicana.

Las razones para este éxodo de vuelta son múltiples, pero entre éstas se cuentan el crecimiento económico del país, el endurecimiento de las politicas migratorias de las diferentes administraciones norteamericanas y un cambio cultural y social profundo que ya no empuja a la migración como lo hizo en los sesentas, los ochentas y parte de los noventas.

Nuevos perfiles para la reindustrialización

Si bien México no se ha aprovechado la transferencia tecnológica de la misma manera que lo ha hecho China, los países que tendrán a nuestro país como su nueva “fábrica” saben que requieren de perfiles especializados que vayan más allá de saber ensamblar los productos terminados. De hecho, las maquiladoras pueden tener sus días contados ante el creciente uso de robots que pueden realizar tareas repetitivas a menor coste y sin los problemas añadidos que significa emplear a seres humanos (pero ese es otro tema).

Los perfiles a formar son los de ingenieros, matemáticos, físicos y demás profesiones STEM, que escasean en todo el mundo.

En México apenas hay 1 ingeniero por cada 100 habitantes, lo que indica la falta de esos perfies. En México hacen (y harán) falta ingenieros para atender las necesidades actuales y futuras de las empresas del país.

Además, con las nuevas políticas de near-shore, varias empresas norteamericanas (e incluso algunas europeas) contratarán a ingenieros mexicanos, quienes podrán seguir viviendo en el país, aunque con sueldos competitivos en dólares y euros.

Esta competencia por los perfiles ingenieriles (y sus atractivas remuneraciones) pueden resultar atractivas para los jóvenes que quieren buscarán incorporarse al mercado de trabajo con expectativas de buenos salarios y oportunidades de carrera.

La apuesta por la ciencia

Si bien durante en el presupuesto de la Federación para 2022 ha habido un incremento nominal de los recrusos destinados a la ciencia, la apuesta por el desarrollo tecnológico requiere de un aumento que vaya mucho más allá del magro 0,38% del PIB.

Estamos a años luz de lo que otros países invierten en ciencia (China está en torno al 2,44% de su PIB, Israel 4,95%; Coreal del Sur, 4,81%, entre otros).

Fijar al talento

Como se ha indicado antes, la lucha por los perfiles ingenieriles será a cara de perro en todo el mundo. Pero tampoco debe dejarse de tener en cuenta que muchos mexicanos con solidas formaciones no solo pueden vivir en el país y trabajar para empresas extranjeras, sino incluso salir de México para laborar en otras latitudes.

Este fenómeno ya se está dando y, aunque existan mecanismos para alentar la vuelta de mexicanos una vez que se formen en posgrados y doctorados en el extranjero (como la condonación de la beca Conacyt), lo que es verdad es que muchos optan por no volver y radicarse en el extranjero (que es el caso de varios de los mexicanos residentes en Europa).

Las últimas ganadoras del Premio “Mexicanos Aquí” recayeron en mujeres dedicadas a la ciencia y la tecnología como Margoth Córdova-Castro, Adela Rendón, Mariana Cervantes y Ana Lucía Villa.

Por lo tanto se trata no solo de despertar vocaciones en el estudio de las ciencias, sino de conseguir fijarlas en México para que desarrollen al máximo todas su potencialidades.

Sin estos mimbres, México podrá generar mentres brillantes que se irán donde puedan desarrollar su pasión por la ciencia. Eso sin descontar la necesidad de seguridad personal y jurídica que requiere la sociedad mexicana en su conjunto.

Juventud, el petróleo del futuro

México, aunque tiende a convegir con otros países más avanzados en su tasa de fecundidad, aún puede presumir de contar con una amplia y joven poblaciòn.

De hecho, no se puede descartar que la falta de una población joven pueda generar migraciones de capitales y proyectos hacia países con gente de menor edad. Algunos expertos han identificado a la juventud de algunos países como el petróleo del futuro.

Un México que sea capaz de retener a su población joven, de formarla para que se incorporen a los empleos del futuro y que logren fijarla en su territorio al permitirle perfilar una carrera y tener seguridad física y jurídica estará capacitado para hacer frente al futuro con éxito y tomar el papel que le corresponde.